Rehabilitación pélvica

A menudo las mujeres que necesitan rehabilitación del suelo pélvico sufren de algún tipo de prolapso de órganos, que es cuando uno o más órganos pélvicos –la vejiga, el útero, el intestino delgado y el recto– se deslizan fuera de lugar, causando protuberancias o bultos que emergen de la vagina o el recto. El prolapso ocurre a menudo en las mujeres que han tenido hijos, o que han sufrido cambios hormonales durante o después de la menopausia, pero también puede ocurrir luego de una histerectomía o por pujos o esfuerzos crónicos.

Hay varios tipos diferentes de prolapso de órganos pélvicos como el prolapso uterino, el prolapso de la cúpula vaginal, el cistocele (prolapso de vejiga), el rectocele (prolapso rectal), el uretrocele (prolapso de uretra) y el enterocele (prolapso de intestino delgado). Existen diferentes grados de prolapso que van de leve a grave y que pueden influir en el nivel de intervención.

Síntomas de prolapso

Si bien muchas mujeres con prolapso de órganos pélvicos no tienen síntomas, algunas pueden experimentar lo siguiente:

  • Molestia, similar a una sensación de presión o plenitud
  • Pesadez pélvica
  • Dificultad para evacuar el intestino
  • Problemas urinarios que incluyen incontinencia o dificultad para orinar
  • Hemorragia vaginal de la piel expuesta al contacto con las almohadillas sanitarias o la ropa interior
  • Mayor secreción
  • Dificultades para mantener relaciones sexuales
  • Protuberancia cerca de la abertura de la vagina
  • Dolor de espalda

A medida que el prolapso de órganos pélvicos empeora, puede notar que le parece estar sentada en una pelota, tiene dolor en la región lumbar o los problemas anteriores empeoran, especialmente al final del día.

Si bien todo esto puede ser incómodo y puede provocar sentimientos de vergüenza, pérdida de autoestima y aislamiento social, debe saber que hay ayuda disponible. Existen varias opciones no quirúrgicas que su médico puede recomendarle antes de considerar la cirugía.

Opciones de tratamiento no quirúrgico

Los siguientes cambios en el estilo de vida pueden ayudar a disminuir la pérdida de orina:

  • Bajar de peso. El sobrepeso puede ejercer presión adicional sobre la pared abdominal y la vejiga. Incluso perder de un 5 a un 10 % de su peso corporal puede ayudar a disminuir la pérdida de orina.
  • Controlar el consumo de líquidos. Si sus problemas de incontinencia tienden a ocurrir temprano en la mañana o por la noche, puede tratar de limitar su consumo de líquidos varias horas antes de acostarse. Limitar las bebidas alcohólicas y con cafeína también puede ayudar. Sin embargo, no disminuya su consumo de agua ya que la limitación excesiva de líquidos puede hacer que la orina se concentre y predisponer a las personas al estreñimiento y las infecciones de las vías urinarias.
  • Entrenar su vejiga. La intención del entrenamiento de la vejiga es aprender a controlar su deseo de orinar, así como aumentar la cantidad de tiempo entre cada micción. El objetivo es ir solo cada tres a cuatro horas durante el día y una vez cada cuatro a ocho horas por la noche.
  • Deje de fumar. Fumar aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle incontinencia por estrés, ya que aumenta la tos. El tabaquismo es también el responsable de la mayoría de los casos de cáncer de vejiga.

Fisioterapia del suelo pélvico

Los fisioterapeutas especialmente capacitados en la terapia del suelo pélvico son conscientes de la interacción entre los músculos de esta región anatómica que apoyan el intestino, la vejiga e intervienen en la función sexual, y las estructuras neuromusculares y la función de la cintura pélvica que afectan la movilidad y la participación en la comunidad. Los fisioterapeutas del piso pélvico tratan a hombres y mujeres a lo largo de la vida por una variedad de problemas intestinales, de vejiga, disfunciones sexuales, además de dolor pélvico y problemas ortopédicos perinatales. Son capaces de conformar un programa de ejercicios en casa considerando a la persona como un todo, no centrándose sólo en los músculos del suelo pélvico. Los tratamientos pueden incluir entrenamiento neuromuscular, terapia manual, modificaciones de comportamiento y orientación. Incluso si usted decide que la cirugía es adecuada para usted, a menudo la fisioterapia antes y después puede ayudar a mejorar los resultados quirúrgicos.

Entrenamiento muscular del suelo pélvico

Los ejercicios que fortalecen los músculos del suelo pélvico se llaman ejercicios de Kegel. Estos son útiles para todos los tipos de incontinencia urinaria. Localice los músculos que usa para detener el flujo de orina: esos son los músculos que necesita ejercitar. Contráigalos durante unos segundos y relájelos. Comience manteniéndolos contraídos durante cinco segundos cinco veces al día e incremente hasta 10 segundos 10 veces al día.

Pesarios

Un pesario vaginal es un dispositivo de plástico o goma que se inserta en la vagina para ayudar a sostener el cuello de la vejiga y aliviar la incontinencia urinaria por esfuerzo asociada con el prolapso. Los pesarios vienen en muchas formas y tamaños diferentes y deben ajustarse correctamente para ser efectivos. Se tienen que retirar y limpiar con frecuencia. Las mujeres con bajos niveles de estrógeno deben hablar antes con su médico acerca de la integridad del tejido vaginal.

Agentes de reforzamiento

Su médico le inyectará agentes de reforzamiento, como colágeno o microesferas de carbono, cerca del esfínter urinario para tratar la incontinencia urinaria por urgencia y por esfuerzo. Esto hace que los tejidos se vuelvan más gruesos y ayuda a cerrar la abertura de la vejiga.

Procedimientos de estimulación nerviosa

Los procedimientos de estimulación nerviosa envían pequeños impulsos eléctricos a los nervios que alertan sobre la necesidad de orinar. Hay dos tipos diferentes:

  • La estimulación del nervio sacro es un procedimiento ambulatorio mediante el cual se implanta un cable debajo de la piel que envía impulsos eléctricos indoloros para bloquear el mensaje de la necesidad de orinar enviado por una vejiga hiperactiva.
  • La estimulación percutánea del nervio tibial (EPNT) es similar a la acupuntura y a través de ella se coloca una aguja cerca del nervio tibial en el tobillo para enviar señales eléctricas a los nervios que controlan la vejiga.

Medicamentos

También hay varios tipos de medicamentos disponibles que ayudan a reducir los síntomas de la incontinencia urinaria. Hablar con su médico sobre sus síntomas determinará el tipo de medicamento para su afección.

Soportes de la vejiga

Una nueva opción de tratamiento para la incontinencia urinaria por esfuerzo es un dispositivo similar a un tampón que está disponible sin receta médica. Por lo general, puede usar el dispositivo de forma segura hasta por ocho horas dentro de un período de 24 horas, después del cual debe retirarlo.

Opciones de tratamiento quirúrgico

Las reparaciones del prolapso se pueden hacer de varias maneras: por vía abdominal o vaginal, por laparoscopia o mediante un procedimiento asistido por robot. El objetivo de la cirugía es reforzar el suelo pélvico para mantener los órganos pélvicos en su lugar.

Cirugía abdominal

Se cree que las reparaciones abdominales tienen tasas de éxito más altas, pero las complicaciones y los riesgos son más altos y el tiempo de recuperación es mucho más largo. Se pueden realizar dos tipos de cirugías por vía abdominal, la sacrocolpopexia y la sacrohisteropexia. La ventaja es que las cirugías por vía abdominal pueden provocar menos dolor durante el sexo que los procedimientos realizados a través de la vagina.

Cirugía transvaginal

Existen algunos tipos de opciones de cirugía transvaginal para la reconstrucción pélvica. Los términos médicos suenan complejos pero su proveedor de atención médica puede hablar con usted sobre qué procedimiento es el más adecuado para su condición.

Cirugía laparoscópica

La sacrocolpopexia laparoscópica tiene varias ventajas, incluyendo una mejor visibilidad anatómica para su cirujano debido al aumento de la imagen, un menor tiempo de hospitalización y una recuperación más rápida. Su médico realiza varias incisiones pequeñas y usa instrumentos diminutos para entrar y reparar el prolapso del órgano pélvico.

Cirugía robótica

La sacrocolpopexia asistida por robot utiliza brazos robóticos que el cirujano puede manipular. Estos brazos robóticos tienen una capacidad mucho mayor que la mano humana para girar y trabajar en lugares estrechos, ofreciendo al cirujano una mayor flexibilidad para reparar los órganos pélvicos.

La cirugía asistida por robot también tiene un tiempo de recuperación más rápido y menos complicaciones que la cirugía abdominal.

¿Qué es lo adecuado para usted?

El tipo de procedimiento que será mejor para la reconstrucción del suelo pélvico dependerá de sus problemas específicos. Analice todas las opciones con su proveedor de atención médica para conocer cuál le recomienda en su caso.

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